Mes: diciembre 2015
Nochebuena
LA CENA DE LOS AUSENTES
En el transcurso de nuestra existencia, experimentamos emociones vinculadas con la educación recibida, y que han sido adiestradas desde niños para manifestarse únicamente en un contexto preciso.
Aprendemos a clasificar los sentimientos como si archiváramos documentos, permaneciendo aletargados e insensibles al sufrimiento ajeno sea donde sea que se origine.
En estas fechas en las que se imponen felicitaciones, actos de solidaridad y humanidad, despertamos esas otras emociones adormecidas durante el año.
Y es cuando se hacen presente las ausencias de aquellos que solo son recordados en esta época impostora.
Los seres humanos necesitan cubrir unas necesidades vitales diariamente y no solo las de una noche o unos días.
Para qué darles calor si luego los abandonamos en el frío del olvido.
Para qué saciar su hambre si luego morirán por ella.
Para qué mostrarles la esperanza si luego los condenamos a la desesperación.
Yo, no soy ejemplo de nada, solo soy un don nadie, un ser tan perdido como tantos otros, indignado conmigo mismo y con esta sociedad. Una persona que no toma las decisiones acertadas, que no utiliza las palabras correctas, un ser tan imperfecto como cualquier otro.
Las palabras que aquí escribo representan lo que me gustaría decir a viva voz, pero estoy seguro de que se quebraría, porque siento lo que escribo.
Por todos los ausentes, en esta cena de Nochebuena y para todos los días del año, permanecerá en mi mesa un plato vacío para recordarlos, y pedirles perdón, que se sentaran a mi lado en silencio y compartirán conmigo, sin que nadie los vean, una parte de mi existencia que les pertenece.
Todos sabemos que hay responsables de esas situaciones, pero también nosotros, proporcionalmente, somos responsables. Apartémonos de esa manipulación que encierran los auténticos valores y ensalzan otros que sólo tienen como objetivos la distracción, el consumo y la tergiversación de la verdadera realidad.
No es necesario dejar de celebrar nada, ni de renunciar a nada, lo ineludible, es tomar conciencia de la situación y actuar en consecuencia.
Estoy totalmente seguro de que la insurrección sosegada, sin violencias, ante determinadas situaciones será el origen del cambio de nuestra conciencia a nivel global, y cuando eso suceda…
¡FELIZ VIDA PARA TODOS/AS!
¡OS QUIERO!
Pedro (llenodestrellas)