El Experimento Milgram

Maldad 3

Siempre se atribuye la maldad a personas que, por regla general, sufren algún tipo de disfunción  mental o una patología que les causa dicha alteración. Sin embargo, en sucesos históricos, o espectáculos considerados como típicos en ciertas regiones del planeta, se consideran normal la práctica de la maldad. Me explico, en lo referente a la historia de la humanidad, las agresiones sobre determinados grupos étnicos, contrarios a nuestras ideologías, no son considerados por los historiadores como genocidios, se considera simplemente conquistas, actos heroicos. Las cruzadas, por ejemplo, no son recriminadas, son contempladas como episodios históricos, sin cuestionárseles más. En ciertas fiestas regionales, el sufrimiento de los animales, son considerados parte de las diversiones populares y aceptadas por la mayoría.

Para no extenderme más en esta introducción, lo que quiero plantear es la duda sobre si la maldad pudiera obedecer, en determinas ocasiones, más a causas culturales que patológicas.

En el anterior artículo, escribía sobre la manipulación ejercida sobre los individuos y como actuaban sin tener en cuenta las consecuencias de estos. En éste, presentaré un experimento que, según su autor y sin apartarse mucho del tema de la manipulación, demostrará que la maldad mora en cada uno de nosotros y solo es necesario el resorte apropiado para activarla.

El experimento Milgran

Adolf Eichmann durante el juicio al que fue sometido en Jerusalén, en 1960, y en el cual fue sentenciado a muerte, por crímenes contra la humanidad durante el régimen nazi en Alemania, declaró que, al parecer, estaba sorprendido ante el odio que suscitaron sus actos. Manifestó que él sólo obedecía órdenes, y por dicha razón, estaba obligado a cumplirlas sin ningún tipo de titubeos. Eichmann, era el encargado de la logística, planeando la recogida, el transporte y exterminio de los judíos. Argumentó incluso que, personalmente, no tenía nada en contra de los judíos. Actuó conforme a los principios y valores que el régimen nazi promulgaba, sin cuestionarse las consecuencias de estos, estaba totalmente convencido y lealmente, cumplió con los mismos. Los análisis psiquiátricos, a los que fue sometido, posteriormente, coincidían en lo mismo: Eichmann era una persona sana mentalmente.

Adolf Eichmann durante el juicio (1960). Adolf Eichmann (1942).
Adolf Eichmann durante el juicio (1960). Adolf Eichmann (1942).

 

Stanley Milgran  (1933/1984) wikipedia.
Stanley Milgran (1933/1984) wikipedia.

En 1961, Stanley Milgram (Nueva York, 15 de agosto de 1933 / Nueva York, 20 de diciembre de 1984) psicólogo, motivado por las declaraciones de Adolf Eichmann  e inspirado por los experimentos de Solomon Asch, sobre la conformidad de las personas, decidió llevar a cabo su propio experimento, en el cual, trataría de demostrar si la obediencia, pudiera actuar como mecanismo detonante, para mostrar la crueldad que cualquier persona, pudiera ejercer sobre otra, influenciado por ésta.

Milgram, puso un anuncio, donde solicitaba voluntarios para realizar un estudio sobre la memoria y el aprendizaje. A estos voluntarios, se les retribuiría con cuatro dólares, un equivalente a veintiocho dólares actuales, más dietas. Ocultando a los participantes, el objetivo real de la investigación: Las consecuencias que la obediencia a la autoridad pudiera provocar en los individuos.

Al experimento acudieron personas con edades comprendidas entre los 20 y 50 años y de diferentes clases culturales. Para la realización del experimento, se precisaba tres personas. Una, era el propio experimentador. La segunda, actuaría como «maestro» y la tercera como alumno. Para designar al maestro y alumno, se seguiría el proceso de elegir una papeleta al azar, por cada uno de ellos, de una caja donde se encontraban introducidas. En estas papeletas, se encontraba escrito alumno o maestro. Pero todo estaba totalmente manipulado, ya que en las dos papeletas ponía maestro, y un cómplice que se hacía pasar por participante indicaba siempre que le había tocado ser alumno. Una vez designados “maestro” y «alumno», el investigador explicaba a los presentes que para estimular la memoria y el aprendizaje era necesario infligir al alumno algún tipo de “persuasión”. Para ello, el participante elegido como maestro, dispondría de una máquina de voltajes para aplicar una descarga de menor a mayor intensidad, cada vez que el «alumno» fallase en la respuesta a la pregunta que se le formulase. También le advertía de que, las descargas conforme fueran incrementándose la intensidad, podrían llegar a causar en el alumno dolores extremos.

Posteriormente se pasaría a la segunda fase, donde maestro y alumno quedarían separados por un módulo de vidrio.

Gráfico del experimento.
Gráfico del experimento.

El fingido alumno, se sentaba en una especie de silla eléctrica y se le sujetaba con correas para impedir que se levantara antes de finalizar el experimento. Se le colocaban unos electrodos en su cuerpo, aplicándole crema para «evitar quemaduras».

Milgram 2

 

El maestro era testigo de todo este procedimiento y seguidamente se sentaría en el otro módulo disponiendo de la máquina de voltajes para cumplir con su obligación.

Milgram 1

Se les informaba a los participantes que el experimento sería grabado, evitando con ello, la negación posterior de la responsabilidad que los actos de cada uno pudieran conllevar.

A continuación daba comienzo el ensayo. El maestro recibía una hoja donde aparecía escrita una lista de palabras pares. Éste, leía dicha lista con el objetivo de que el alumno memorizara las mismas. Cuando finalizaba la lectura completa, procedía a leer únicamente la primera mitad de los pares de palabras, dando al alumno cuatro posibles respuestas para cada una de ellas. Si la respuesta fuera errónea, recibiría del maestro una primera descarga de 15 voltios. En la segunda respuesta incorrecta la descarga sería más alta, así, hasta poder llegar a los 450 voltios.

El cómplice designado como alumno, daba respuestas erróneas intencionadamente, para provocar que su maestro fuera intensificando las descargas. Por supuesto, todo era fingido, las descargas no se producían, pero él actuaba como si las sufriera. Cuando el ensayo alcanzaba el punto más álgido, es decir, la aplicación de mayor voltaje sobre el «alumno», por regla general, la mayoría de los «maestros», comenzaban a mostrarse dubitativos.

Para contrarrestar dicha situación, el investigador le indicaba imperativamente: Continúe, por favor. Si seguían titubeando, de nuevo se les ordenaba en el mismo tono: El experimento requiere que usted continúe. Ante nuevas dudas se les  mandaba: Es absolutamente esencial que usted persista. Hasta llegar a la orden definitiva: Usted no tiene opción alguna. Debe continuar.

A pesar de que el cómplice, conforme se le aplicaba mayor voltaje por sus errores, hacía creer al maestro que estaba recibiendo un daño insoportable, el 65% de los participantes aplicaron la descarga máxima, 450 voltios, aun sintiéndose inseguros. El resto de los participantes se negaron a continuar al alcanzar los 300 voltios.

Un dato importante es que ninguno de los participantes que se opusieron a administrar las descargas eléctricas máximas solicitó que finalizara el experimento, ni acudieron al otro módulo para revisar el estado de salud del “alumno”, sin antes pedir autorización para ello.

A raíz de su experimentación, el profesor Milgram elaboró dos teorías que explicaban sus resultados:

A la primera la denominó teoría del conformismo, siguiendo la estela de su inspirador Solomon Asch. Dicha teoría, estaba basada entre la relación del grupo de referencia y la persona individual, exponía que un sujeto que no tiene la habilidad ni el conocimiento para tomar decisiones, particularmente en una crisis, transferirá la toma de decisiones al grupo y su jerarquía. El grupo es el modelo de comportamiento de la persona. (wikipedia)

Solomon Asch
Solomon Asch

 

 

 

 

 

 

 

La segunda es la teoría de la cosificación, donde, según Milgram, la naturaleza de la obediencia consiste en el hecho de que una persona se mira a sí misma como un instrumento que realiza los deseos de otra persona y por lo tanto no se considera a sí mismo responsable de sus actos. Una vez que esta transformación de la percepción personal ha ocurrido en el individuo, todas las características esenciales de la obediencia ocurren.  Este es el fundamento del respeto militar a la autoridad: los soldados seguirán, obedecerán y ejecutarán órdenes e instrucciones dictadas por los superiores, con el entendimiento de que la responsabilidad de sus actos recae en el mando de sus superiores jerárquicos. (wikipedia)

Sin embargo, el experimento fue más cuestionado por la ética de la experimentación científica que por sus resultados. Una vez más, como sigue sucediendo en la actualidad, la hipocresía institucionalizada, desviaba el verdadero mensaje obtenido por el experimento.

La pretensión de  Milgran con su experimento, era demostrar que cuando los individuos son sometidos por una autoridad, ésta, los manipula, cambiándoles por completo sus valores y principios e induciéndolos a cometer actos perversos.  Convirtiéndoles en personas sumisas hasta el extremo más insospechado.

Conclusión…

De lo que no hay duda, es que conceptos como obediencia y manipulación, suelen ir unidos. Un ejemplo, lo encontramos en los hombres y mujeres que integran los cuerpos de seguridad del estado o en el ejercito. Dichos hombres y mujeres integrantes del mismo, acatan sin cuestionarse, en determinadas ocasiones, la legitimidad de sus actos. Y digo esto por la sencilla razón de que actualmente se han aprobado leyes que derogan derechos ciudadanos que antes de esas nuevas leyes estaban permitidos. Actualmente, estos derechos son reprimidos por fuerzas policiales. Ninguno de esos agentes, se cuestionan, dudan, si realmente es injusta su labor con dicho antagonismo legal. Solo por el mero hecho de que el gobierno de turno haya presentado y conseguido llevar a cabo su ley, estos obedecen sin más.

Si retrocedemos en el tiempo, en España y concretamente en la dictadura franquista, la policía de entonces, practicaba una represión similar a la actual contra las manifestaciones de los ciudadanos de aquel período. Estos agentes, una vez más, obedecían ciegamente al régimen. A la muerte del dictador, una vez instaurada la democracia y aprobada la constitución española, aquellos actos fueron calificados de represores e injustos, ya que atentaban contra las libertades de los ciudadanos.

¿Cómo puede ser que ninguno de estos agentes se cuestione dicha contradicción? ¿No son ciudadanos como todos nosotros? ¿No pertenecen a la misma sociedad? ¿Por qué somos tan hipócritas y hablamos de manipulación e injusticia en pasado?

La obediencia ciega solo causará situaciones injustas. Nada tiene que ver con el respeto. Es lógico obedecer las normas establecidas socialmente, cuando las mismas estén destinadas a la convivencia y mejora de la sociedad. Debemos ser respetuosos no porque te obliguen, sino por convicción personal. Pero en el desarrollo de nuestras sociedades y sus respectivas leyes, no siempre se producen leyes o normas justas. Contra estas, la obediencia es lo más parecido a la sumisión. La desobediencia civil se configura como una herramienta que el ciudadano oprimido dispone para hacer frente ante esa manipulación. Esto, a su vez, se convierte en un arma de doble filo. Oponerse a una ley injusta, es cometer un acto ilegal. Aún siendo un derecho que antes era totalmente legítimo. De esta forma, comprobamos como el sistema concibe un método perfecto para sumir al ciudadano.

El sistema tiene una agenda, en la que está marcada sus objetivos y la cumple sin vacilaciones. Y aquí es donde debemos actuar. Pensemos sin estar acondicionados, reflexionemos en lo que tenemos, si es que nos queda algo. Actuemos en consecuencia. Señalemos a los verdaderos culpables y no a los que ellos nos indican. Si lo conseguimos, de forma natural, cuestionaremos esas leyes injustas, esas noticias absurdas que nos desinforman y lo más importante: dejaremos de ser obedientes y pensaremos por fin, libremente.

 

La Tercera Ola

3 Ola

La Tercera Ola

 

¿POR QUÉ SOMOS CAPACES DE RENUNCIAR A NUESTRA LIBERTAD A CAMBIO DE LA IDEA DE SER MEJORES QUE LOS DEMÁS?      

Ron Jones

 

Abril de 1967, en el instituto Cubberley de Palo Alto, ciudad del condado de Santa Clara (California).

Ron Jones, profesor de historia, iniciaba unas clases especiales sobre la Alemania Nazi aquella primera semana del mes de abril. Jones, era un profesor dotado de gran carisma y gozaba del aprecio de sus alumnos. Scott Thompson, director del Instituto Cubberley, en aquella época, le contrató motivado por su perfil académico. Cuidaba mucho la selección del personal con el propósito de ofrecer una enseñanza de calidad. Jones reunía todas esas cualidades. Era muy joven y se integraba bien con el claustro. Sus doctrinas estaban basadas en la educación experiencial, una corriente muy en boga en los años 60. Jones quería que sus alumnos se implicasen directamente y que tuvieran una relación directa con determinados temas a estudiar. Pretendía que todo ello incitara en los estudiantes reflexiones sobre los sentimientos propios, las formas de actuar individual o en grupo, estableciendo, de esta forma, un espacio de crecimiento personal a partir del conocimiento de sí mismo. Dicha norma, hacía de sus clases algo diferente a las del resto de profesores.

Ron Jones (wikipedia)
Ron Jones (wikipedia)

 

Cuando inició la clase temática sobre el nazismo, lo hizo de la manera más convencional, es decir, exponiendo lo que ya de sobras todos conocían. Quería, en cierta manera, alentar a sus estudiantes a que debatiesen sobre lo acontecido en aquel tiempo. Y fue cuando, en mitad de la clase de historia, Steve Conigio, uno de sus estudiantes que se sentaba en la segunda fila, le preguntó «¿Cómo el pueblo alemán, los ciudadanos de a pie, permitieron que se produjera el exterminio de millones de judíos y de otros residentes a los que el sistema consideraba non grato?» Y lo que a su juicio, resultaba aún más incomprensible «¿Cómo el pueblo alemán, después de finalizar la guerra, alegaba ignorancia de lo ocurrido?»

El profesor Jones, respondió explicando que debido a las técnicas de manipulación mental que dichos regímenes ejercían sobre sus ciudadanos, una mayoría del pueblo alemán fue persuadido de que era necesario actuar de esa forma ante lo que ellos consideraban como un peligro sobre su integridad como nación. Por ello, convencidos de que lo que hacían era lo correcto, no dudaron en prestar su apoyo al partido nazi y también como consecuencia del mismo, fueron posibles actuaciones como esas. Jones, advirtió que el riesgo de un régimen totalitario seguía latente en cualquier sociedad libre contemporánea y consideraba que continuábamos siendo manipulables hasta el punto de poder repetir la historia alemana en la actualidad.

La clase se alborotó ante dicha afirmación. No creían que eso fuera posible en el presente. Debido a la incredulidad mostrada por los estudiantes ante dicha posibilidad, Jones, formuló una pregunta:

¿Creéis que hoy en día no es posible que se produzca una dictadura semejante a la del Tercer  Reigh?

Todos coincidían en la misma conclusión, en la actualidad era improbable que se originara una situación parecida. Según ellos, en la sociedad moderna, no tenía cabida el nazismo.

Jones no estaba de acuerdo con el convencimiento que sobre el tema poseían sus alumnos. Era necesario demostrarles que se equivocaban. Motivado por este objetivo, Jones, propuso llevar a cabo un experimento al que denominó: La Tercera Ola. La clase accedió al mismo.

Con tal fin estableció cinco normas a tratar en las clases siguientes:

  1. Fuerza mediante la disciplina.
  2. Fuerza mediante la comunidad.
  3. Fuerza mediante la acción.
  4. Fuerza mediante el orgullo.
  5. Fuerza mediante el entendimiento.

Estas normas, fueron distribuidas, durante las clases de la semana, de la siguiente forma:

Día 1. Lunes.

Fuerza mediante la disciplina.

En este primer día, se planteo el tema de la disciplina. La disciplina, eje principal de la Alemania nazi, era la herramienta necesaria para poder conseguir cualquier objetivo en la vida con éxito. Esgrimiendo la analogía del atleta que consigue a través de la disciplina el éxito en el deporte, Jones, comentó que era necesario introducir una serie de cambios en la forma y valores de la clase para obtenerla. Así, estableció la obligación a sus alumnos de adoptar una posición recta mientras se encontraban de pie o sentados en el aula. Una postura correcta, mejoraba la concentración y fortalecería la voluntad. Hizo que sus alumnos practicaran la postura correcta que consistía en poner los pies en contacto con el suelo y la espalda completamente recta contra el respaldo. Transmitió a sus estudiantes la necesidad de ello con la práctica. Estos se levantaban para volver a sentarse correctamente. En poco tiempo, la clase logró tal objetivo, en silencio y en cuestión de segundos, todos se sentaban correctamente y al unísono.

Jones, quedó sorprendido de como todos aceptaron el cambio. Y decidió probar el nivel de tolerancia de sus estudiantes con una segunda norma. A partir de ese día, cada vez que cualquier alumno se dirigiera a él, lo haría con el tratamiento de Sr. Jones, así como la obligación de levantarse manteniéndose erguido mientras hablaba con éste. Igualmente, las preguntas que se formularan tendrían que, por expresarlo de alguna forma, un filtro de calidad. Si no eran cumplían con ese requisito se ignoraría y se daría paso a la siguiente. Este mismo criterio sería utilizado para las respuestas. Aquel alumno que no estuviera conforme o dispuesto a cumplir con las nuevas reglas, serían sancionados o expulsados de clase.

Durante el transcurso de la clase, se puso en práctica esta nueva norma, resultando todo un acierto, ya que aportó calidad en el debate y en las respuestas, incluso los que los que no solían participar, ahora sí lo hacían.

El primer paso hacia la instauración de un entorno autoritario, diseñado por el profesor Jones, fue un triunfo. Sus alumnos aceptaron ese cambio sin percatarse de lo que realmente estaba ocurriendo.

Día 2. Martes.

Fuerza mediante la comunidad.

Cuando Jones entró a clase, contempló con sorpresa, como todos sus alumnos se hallaban de pie firmes adoptando la postura correcta que el día anterior habían practicado. Se dirigió hacia la pizarra y, tratando de evitar su asombro, escribió dos frases, la primera: Fuerza mediante la disciplina, fue el tema tratado en la clase anterior y la segunda: Fuerza mediante la comunidad, correspondía al nuevo tema. Entonces, todos ellos se sentaron en silencio con la misma uniformidad con la que estaban de pie.

Jones comenzó la clase explicándoles que el tema de este segundo día era obtener la fuerza utilizando para ello como canal conductor la unidad del grupo, de la comunidad, ya que si el grupo permanecía unido se convertiría en una comunidad fuerte capaz de enfrentarse a cualquier eventualidad. Esa unidad transmitiría a todo el grupo el poder necesario para conseguir sus objetivos. Para asimilar dicho concepto, prosiguió Jones, era necesaria la experimentación. A continuación, como si de un cántico se tratara, les hizo recitar «Fuerza mediante la disciplina» «Fuerza mediante la comunidad», así y de forma rotatoria, estuvieron repitiendo el lema. Poco antes de terminar la clase, Jones, decidió crear un saludo, en consonancia con el nombre del grupo. Se trataba de levantar la mano derecha a la altura del hombro, adoptando ésta, una posición curva, asemejando la cresta de una ola. Todos los miembros del grupo deberían de usar obligatoriamente el saludo entre ellos.

Una vez más, todos los alumnos acataban las leyes que, casi marciales, su profesor les dictaba. No existía el más mínimo atisbo de resistencia a ello.

Cuando terminaron las clases, todos se despedían entre ellos utilizando el saludo creado.

Día 3. Miércoles.

Fuerza mediante la acción.

En este tercer día, Jones, les habló del significado de ser activos disciplinadamente para engrandecer a la comunidad. Ellos como miembros, debían de creer en sí mismo, en la comunidad y ser responsables de sus propias acciones. No deberían de dudar en hacer cualquier cosa para proteger a la comunidad y a sus miembros. Jones repartió tarjetas a cada alumno, con el objetivo de acreditarlos como miembros de la comunidad, y que también serían utilizadas, marcando con una X roja, para anotar las faltas en el cumplimiento de las reglas.

Todos, incluso el propio profesor Jones, eran conscientes de que las clases habían mejorado desde que se aplicaban estas nuevas normas. Algo que en Jones producía una contradicción, su idea era transmitir que utilizando dicha técnica se podría llegar a sufrir lo que significaba pertenecer a un determinado régimen autoritario. Pero lo que descubrieron fue que las clases fueron más provechosas que nunca y que el apoyo mutuo se había extendido entre ellos.

El éxito de la propuesta, le hizo reflexionar sobre lo que estaba consiguiendo. En pocos días a «La tercera Ola» se habían unido más de 200 alumnos de distintos cursos. La clase se encontraba desbordada. Incluso fuera de ella permanecían a la espera los que no podían entrar. En esos momento, tal y como el manifestó en su momento, Jones sintió miedo.

En los días que sucedieron evidenciaron su temor. Los alumnos alcanzaron un grado de dependencia con el grupo alarmante. Se produjeron situaciones de violencia con los que no simpatizaban con la comunidad. Inclusive se utilizaron sistemáticas persecutorias e intimidadoras. Los alumnos, buscando uniformidad para el grupo, decidieron vestirse de la misma forma. Fabricaron emblemas, banderas y brazaletes. Esta, pensaron ellos, sería una forma de expandirse.

Cerca del centro de la escuela, en un emplazamiento idóneo para ser visibles por todos, ubicaron algo parecido a un punto de reclutamiento, invitando a todos los que pasaban a unirse a su causa a su comunidad, a ellos.

La situación se le descontrolaba al profesor Jones. Su experimento traspasaba el límite fijado por él. Uno de sus alumnos, Robert, el cual siempre se encontraba solo antes del experimento, estaba integrado como uno más, se ofreció a ser su guardaespaldas personal.

Tres de sus alumnas más inteligentes, comenzaron a entender que la situación comenzaba a ser incontrolable y contaron a sus padres lo sucedido. Estos contactaron con el profesor Jones para mostrar su malestar, pero al contestarle de que simplemente se trataba de un estudio sobre la Alemania nazi, dieron su consentimiento. Aún siendo conocedores de la situación que se estaba produciendo en la escuela, dieron su aprobación sin parecer importarles sus consecuencias.

 Día 4. Jueves.

Fuerza mediante el orgullo.

Jones estaba inquieto con la situación, incluso él mismo había traspasado el límite del experimento. Se estaba comportando, en cierta manera y casi de forma inconsciente, como un autócrata. Había llegado el momento de finalizar el experimento. Lógicamente la forma de proceder debería de ser metódica, muchos de los alumnos implicados se sentirían totalmente desorientados, podría provocarse situaciones de burlas entre ellos y las consecuencias serían imprevisibles.

Cuando entró en clase, la actitud de los estudiantes era la misma de estos últimos días, disciplinada y obediente. Más de 80 alumnos le contemplaban en silencio y en espera de sus palabras. Ese era el momento. Se dirigió a la pizarra escribiendo la frase del día: «Fuerza mediante el orgullo» A continuación les explico el significado del nuevo lema: El orgullo es saber que eres el mejor. Algo que nadie te podrá arrebatar.

Ante la expectación generada por dicha afirmación, Jones «reveló» la verdadera razón por la que se ha creado la Tercera Ola. No tenía nada que ver con una actividad escolar. Estaban ante la creación de una nueva formación política con el objetivo de alcanzar la presidencia del estado. Les dijo que desde hacía tiempo, otros profesores y en otras escuelas, habían procedido igual que él a reclutar alumnos dispuestos a la lucha política. Y que actualmente el movimiento se había extendido a nivel nacional. Todo ello por un objetivo: Cambiar el destino del país.

Todos quedaron sorprendidos ante dicha declaración. Y una vez más, Jones aprovecho la ocasión para anunciar que el viernes habría una reunión solo para miembros del grupo, en ésta, se presentaría al candidato a presidente para anunciar el programa a nivel nacional y que asistiría la prensa. El entusiasmo se extendió por toda la clase.

Día 5. Viernes.

Fuerza mediante el entendimiento.

Este era el día elegido para desmantelar toda esta farsa. Durante toda la mañana, el profesor Jones estuvo preparando el auditorio para la reunión que se debía de celebrar. Algunos amigos suyos colaboraron en el montaje haciéndose pasar por periodistas y fotógrafos. Era necesario crear un ambiente creíble para provocar el efecto deseado cuando se descubriera toda la verdad. Cuando dieron las 12:00 el Auditorio se encontraba repleto, más de doscientos alumnos de todo tipo, se encontraban sentados disciplinadamente, en silencio y unidos. Seguidamente cerró las puertas. Hizo el saludo del grupo y aquellas 200 personas les correspondieron al unísono. Exclamó el lema de la comunidad: «Fuerza mediante la disciplina» y doscientas voces repitieron el lema. Apagó las luces y conectó la televisión donde supuestamente se proyectaría la presentación del líder y les haría llegar su mensaje. Como era normal en la pantalla de la televisión no se proyectaba nada, solo la pantalla en blanco. Nadie en la sala parecía importarle, creían fervientemente en que aparecería su líder de un momento a otro. El tiempo transcurría y la pantalla permanecía en blanco. El ambiente se tornó tenso. De repente uno se alzó y pregunto: ¿No existe ningún líder, verdad? Era lo que Jones esperaba.

Apagó la televisión, ante la mirada atenta de todos los congregados, en silencio, lentamente, Jones comenzó a hablarles:

Escuchad con atención, tengo algo importante que deciros. No hay ningún líder. No hay ningún movimiento nacional llamado la Tercera Ola. Habéis sido utilizados, manipulados, no sois mejores que los nazis alemanes que habéis estudiado.”

“Pensabais que erais los elegidos, mejores que los que no están en esta sala, habiendo cambiado vuestra libertad por la comodidad de la disciplina y la superioridad. Habéis aceptado la voluntad del grupo por encima de vuestras convicciones. Y sobre todo habéis creído que podíais saliros cuando quisierais. ¿Hasta dónde podríais haber llegado? Dejadme que os enseñe vuestro futuro.”

Jones encendió el proyector. Comenzaron a desfilar imágenes de la historia del Tercer Reich. De los desfiles del ejército nazi, de los mítines de Hitler. Imágenes de la detención de judíos, de la deportación de los mismos a borde de trenes con destino al horror por todos ya conocidos: Los campos de concentraciones.

Collage Ola (ptersem)
Collage Ola (ptersem)

 

Detuvo la proyección para que todos vieran una frase que se dijo en el juicio de Núremberg «Todos deben aceptar su culpa. Nadie puede alegar que no tomó parte de una forma u otra

Jones reanudó sus explicaciones:

Con lo que ha ocurrido durante esta semana, hemos podido ver lo que suponía vivir en la Alemania nazi. Hemos aprendido a crear un entorno social disciplinado, jurar fidelidad a esa sociedad especial y sustituir la razón por las reglas. Habríamos sido buenos alemanes y nos habríamos puesto el uniforme, listos para traicionar a amigos y vecinos. Ahora sabemos lo que es optar por la solución rápida y quemar las ideas, sentirse fuerte y superior. Conocemos también el miedo a ser excluido, a quedarse fuera, pero también el sentimiento de control y el placer de hacer lo correcto socialmente. Hemos visto que el fascismo no es algo que otra gente hace. No, ha estado aquí, en esta sala, en nuestras conductas y forma de vivir. Basta arañar la superficie para que aparezca.  La creencia de que los seres humanos son intrínsecamente malos y que por tanto son incapaces de actuar bien con su prójimo, lo que demanda un líder fuerte y una disciplina para preservar el orden social. Y además, la apología.”

“Esta es la lección final. La lección final es quizás la más importante y responde la pregunta con la que comenzó este experimento. ¿Recordáis la pregunta? La cuestión era la sorpresa en el pueblo alemán ante todo lo ocurrido, alegando ignorancia y desconocimiento. ¿Cómo el ciudadano alemán, el trabajador de la calle, pudo, al final del Tercer Reich, alegar ignorancia? ¿Qué causa que la gente borre su propia historia? Ahora tenéis la oportunidad de responderos vosotros mismos a esta pregunta.”

“Si el experimento ha tenido éxito de verdad, ninguno de vosotros admitirá haber estado aquí hoy. Al igual que los propios alemanes, tendréis problemas para admitir que habéis llegado hasta aquí. No querréis que vuestras familias y amigos sepan que estuvisteis dispuestos a ceder vuestra libertad individual a líderes invisibles. No admitiréis haber sido manipulados, haber aceptado la Tercera Ola como una forma de vida, haber formado parte de esta locura. Lo guardareis como un secreto, un secreto que yo compartiré con vosotros.”

Jones dio por finalizado el experimento y, con él, la Tercera Ola. La mayoría, todavía confusos e impactados, fueron levantándose de sus asientos abandonando silenciosamente el auditorio. Otros permanecían en sus asientos llorando desconsoladamente.

Dos años más tarde, Ron Jones fue retirado de su cargo, impidiéndole practicar la enseñanza en  escuelas públicas. Se trasladó a San Francisco, dedicándose a la enseñanza de alumnos con necesidades especiales.

Conclusión…

Ron Jones, utilizó conceptos como disciplina, unidad, orgullo, para manipular a sus estudiantes en sus acciones diarias y en su enfoque de la sociedad. Logró disociarlos de su entorno, como si se hubiera alzado un muro invisible ante ellos, provocando en estos, la creencia de que eran poseedores de «la verdad». Estuvieron convencidos de que estaban construyendo un nuevo paradigma social. En esa nueva sociedad, tendría cabida todo aquel que acatara los principios del movimiento denominado la Tercera Ola. Aquellos que repudiaran del movimiento, estarían marcados. Jóvenes estudiantes de secundaria, con un nivel cultural y conocedores de la historia del nazismo, sucumbieron en las redes del hecho diferencial. Inclusive el mismo Jones, quedó atrapado en su propio experimento, fue seducido por el respeto y poder que durante esos días alcanzó en el instituto.

Verdaderamente fue una experiencia en mayúsculas para Jones y sus alumnos. El experimento, demostró que nadie estaba a salvo de la adulación, de la exaltación, con el propósito de persuadirnos para que nos consideremos superior al prójimo, realizando, de esta forma, determinadas acciones contra el mismo, sin valorar sus consecuencias. También puso de manifiesto la necesidad de un Líder, un Guía que piense por nosotros y nos conduzca por la vía para lograr el objetivo.

A título personal, opino que este tipo de experimento se ha producido y se sigue produciendo continuamente desde las instituciones políticas, los medios de comunicación, las entidades religiosas, etc. El ejemplo lo tenemos recientemente en España, con la denominada Ley de seguridad ciudadana, hay muchos otros pero nos limitaremos a éste. Con las modificaciones introducidas en la mencionada Ley, nuestra libertad de expresión se reduce alarmantemente, derrocando una parte del pilar de cualquier sistema que se considere democrático. Al igual que Jones en su clase con sus alumnos, el político pone a prueba a la sociedad para comprobar su cota de sumisión, pero con una diferencia abismal, ya que Jones demostró que el camino tomado con la Tercera Ola era erróneo y desmanteló el movimiento. Al contrario de nuestros gobernantes, ya que para estos, la aprobación de mencionada Ley, le otorga un control de la población y una libertad para sus acciones políticas que serán difíciles de cuestionar por el ciudadano con esta Ley. Si la ciudadanía no reacciona y acepta obedientemente dicha injerencia en su libertad individual, yo me pregunto: ¿Qué será lo próximo?

Recomendaciones:

Hay una película de 2008, de procedencia alemana, basada en este experimento, su título: La Ola (Die Welle). Dirigida por Dennis Gansel. El film, modifica la ubicación original donde se produce el experimento de Ron Jones por la de Alemania y la contextualiza en una época actual y otras variantes que no menciono, para evitar spoiler,  por si alguien decide visionarla. Lo más importante es que el mensaje no sufre ninguna alteración.

La Ola Film
La Ola Film

Sincronicidad

Sincronia1

La casualidad no es, ni puede ser, más que una causa ignorada de un efecto desconocido. (Voltaire)

El azar, es un término esgrimido asiduamente cuando se producen procesos en los que no existe relación causal entre ellos.

Anoche soñé contigo y hoy…te encuentro casualmente. –

A esta situación que expongo en el ejemplo, se le considera una casualidad. Pero todo cambiaría, si ese encuentro fortuito, originara, con el tiempo, un cambio en nuestras vidas.

Menos mal que coincidí aquel día contigo porque si no…-

Con esta frase se daría por cerrado dicho proceso. Pero como es habitual, en estas circunstancias, no reflexionamos si todo eso que nos ha sucedido ha sido originado por la causalidad y no por la casualidad. Una sola vocal cambia el significado por completo. Una vocal que, asiduamente, es utilizada erróneamente.

Tal vez, ese sueño, sin ser consciente de ello, nos llevara a transitar por aquella calle, ese día y nos encontráramos con aquella persona, cumpliendo con su objetivo. Era importante causar esa «casualidad«.

Expongo el ejemplo de un sueño, pero existen otros muchos que también se producen por la percepción.

– No sé por qué, pero no fui aquella tarde a un determinado lugar-. Y al día siguiente, las noticias informan sobre un incendio que ha tenido lugar en aquel lugar al que no fue.-

Y seguramente lo atribuiremos a la suerte, al azar y no a la…

Sincronicidad

La ciencia heterodoxa estudia casos en los que se producen inesperadamente estos y otros ejemplos, afirmando que no se le pueden atribuir al azar, sino que son originados por la sincronicidad. Para ellos, descartando aquellos casos que son fortuitos, dichos fenómenos se producen porque son determinantes para el individuo que la vive. Estos, actúan como advertencias o presentándose como oportunidades, con una finalidad expresa, concienciar a la persona sobre sus decisiones presentes o futuras. Dependerá de su libre albedrío, aprovecharlas o ignorarlas. Las consecuencias de esa decisión, serán las que tendrá que asumir en su futuro.

Y es por esto, la insistencia de estar atentos a todo lo que nos sucede en nuestras vidas cotidianas. Todos, en algún momento de nuestras vidas, tenemos experiencias coincidentes, pero no tomamos conciencia de por qué y para qué se originan.

Como he expuesto antes, hay que separar aquellas situaciones que obedecen únicamente a la coincidencia sin más, pero si estamos atentos, percibiremos que hay pocas que sean solo eso, pura casualidad. En este camino de conciencia, nos encontraremos con respuestas negativas, ilógicas y nuestra tendencia es rechazarlas automáticamente. Quizás, al principio, aceptarlas sea inverosímil, dolosa, pero el resultado final es el que nos vislumbrara si fue atinada nuestra decisión.

Un poco de historia…

Carl JungCarl Gustav Jung (1875/1961), médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, definió la sincronicidad como «una coincidencia significativa de dos o más sucesos en la que está implicada algo más que la probabilidad aleatoria» Jung concluyó que existe una intrínseca conexión entre el individuo y su entorno, que en determinados momentos ejerce una atracción que acaba creando circunstancias coincidentes, teniendo un valor específico para las personas que la viven, un significado alegórico.

PauliWolfgang Paulí, (1900/1958), físico austríaco y premio Nobel de Física por su descubrimiento del Principio de exclusión, fue coautor con Jung de la teoría de la sincronicidad. Paulí desarrolló el Principio de exclusión de la constante de la estructura fina: 1/137. Esta constante es uno de los grandes misterios de la ciencia actual. Paulí vivió obsesionado con la misma hasta el punto de creer que tenía un especial significado para su existencia. Cuando enfermó, fue ingresado en un hospital y al visualizar el número de su habitación: 137, exclamó «no saldré vivo de aquí«. Efectivamente, murió poco después de su internamiento hospitalario.

Conclusión…

¿Tenía razón Paulí? ¿Existió sincronicidad? o ¿tal vez el mismo provocó la situación? Lamentablemente no hay una respuesta concluyente a estas preguntas. Los estudios sobre dichos fenómenos son llevados a cabo por una minoría de investigadores. No hay un interés institucional, como en tantas otras materias, por llegar al fondo de estos. También existe un temor a revelar la verdad sobre estas y otras anomalías que se producen. Descubrir algo que contrariara lo socialmente establecido provocaría ciertos «daños colaterales» a determinadas instituciones que imponen dogmas y eso es algo que nunca permitirán. ¿Qué utilidad podríamos obtener, si demostramos que muchas de las cosas que nos suceden pueden ser evitables o por el contrario pueden ser potenciadas para nuestro crecimiento como individuo? ¿Para qué serviría demostrar que el poder colectivo, puede transformar nuestras sociedades? Es mejor saber lo que tenemos que pensar a través de los medios oficialmente establecidos y nunca dudar de nada, para ellos, de esta forma, es más fácil la manipulación del individuo.

Pero nunca dudéis de que existan muchas situaciones en nuestras vidas que no son producto de la casualidad. Circunstancias que se causan con un propósito específico y en una etapa determinada de nuestra existencia. Que nos ofrecerá la oportunidad de reflexionar sobre una situación, rectificar nuestra conducta, etc. Pensar libremente por un momento, estar alerta y las descubriréis.

Sincronicidad 5

Ecce Homo – He aquí el hombre –

Hombre de Vitruvio 1490 wikipedia
Hombre de Vitruvio 1490 wikipedia

Aceptar verdades sin cuestionarlas, sin preocuparnos de que existan hechos constatables que las ratifiquen, ha sido y continúa siendo, una práctica habitual en nuestras sociedades. Admitimos credos y leyes vinculadas con esas verdades, que nos obliga a vivir de una forma determinada y que, por regla general, suelen ser censurables y restrictivas para la gran mayoría.

Creo no equivocarme, al afirmar, que todos somos conscientes de la existencia, desde tiempos pretéritos hasta la actualidad, de una manipulación sistemática a todos los niveles en la historia de la humanidad. Obedeciendo a una intencionalidad manifiesta; anular nuestra voluntad, evitando con ello, el pensamiento independiente, para dirigirnos por el camino que, los autores de esta manipulación, han diseñado para obtener su rédito.

Cara Jesús3

Hay un ejemplo histórico que podemos utilizar para ilustrar esta declaración. Se trata de un personaje: Jesús de Nazaret. Un personaje al que se le considera el Mesías y se le atribuye la fundación de una nueva religión: El cristianismo. Una de las figuras más influyentes de la cultura occidental. En este artículo no se cuestiona su existencia, lo que es objeto de debate es la manipulación de su imagen y la reinterpretación de su mensaje que, desde hace más de dos mil años, la Iglesia se ha encargado de fraguar.

La mayoría de los investigadores coinciden en que existen contradicciones entre los diversos relatos sobre sus acciones. Estas disonancias obedecen a una causa y es que durante muchos años, todas las acciones de Jesús, fueron transmitidas por tradición oral, siendo esto un factor condicionante para ello, ya que dicho procedimiento está expuesto a la multiplicidad interpretativa de los cronistas. Todos los datos que tenemos sobre su vida y muerte están recogidos por los testimonios de sus discípulos y transcurrieron  cuarenta años en transcribirse, dando como resultado lo que hoy conocemos como evangelios.

Subrayamos esta última aportación, cuarenta años, este fue el tiempo diferido hasta escribirse dichos testimonios. Sin duda, la probabilidad de alteración del contenido aumenta considerablemente. Y no solo de forma intencionada, sino también a consecuencia del paso del tiempo. Rememorar unos hechos después de cuarenta años, con la deformación de la realidad a la que es sometido, resta credibilidad al testimonio.

Un número elevado de evangelios fueron escritos en la antigüedad, pero la Iglesia solo admitió a cuatro de ellos: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, a los que catalogó como  canónicos, pasando a formar parte del Nuevo Testamento. Aquellos que no fueron admitidos se les conocen como apócrifos. La muerte y resurrección de Jesús constituye la médula esencial de estos evangelios canónicos, siendo la resurrección, el fundamento de la fe cristiana.

Representación cuatro evangelistas
Representación cuatro evangelistas

Pero en las investigaciones efectuadas hasta la fecha, los historiadores no han hallado ningún dato tangible sobre este hecho transcendental para la fe cristiana. Solo se dispone del testimonio textual de sus discípulos, con las inconveniencias anteriormente puntualizadas. No hay otras fuentes como puedan ser arqueológicas o numismáticas. La resurrección de Jesús está sustentada por la evidencia, la fe, y no puede ser confirmada como un hecho histórico.

Sucede lo mismo con las acciones y mensaje de Jesús de Nazaret, no se puede aseverar que, lo transcrito cuarenta años más tarde, se ciña a la verdad de lo acontecido. Los evangelios, constituyen una fuente de información histórica, no hay duda, de lo que se duda es de su composición. Sus autores, remodelaron las acciones de Jesús con sus propias creencias teológicas. El presunto mensaje de Jesús fue modificado a conveniencia de sus autores. La Iglesia, durante siglos continuó con el encaje del mismo para justificar su existencia. La imagen real del personaje resultaría desfigurada con el mismo propósito.

Para Antonio Piñero, catedrático de Filología Griega en la Universidad Complutense de Madrid, especialista en lengua y literatura del cristianismo primitivo y una autoridad en la materia, la imagen de Jesucristo:

«se forma por el consenso de la tradición, a la que, como a un árbol, se le van cortando las ramas que son disonantes para lograr una imagen de un Jesús único».

Por ello ¿cuál fue realmente la verdad histórica de un profeta llamado Jesús? ¿Cuál fue su verdadero mensaje? Hay demasiados intereses, religiosos, políticos, para que estos interrogantes obtengan sus respuestas. ¿Alguien se imagina, las consecuencias que provocaría rectificar toda la base fundamental de este hecho que la iglesia se ha encargado, durante siglos, de transmitir y representar? Una doctrina, por la que se ha vertido sangre inocente, se ha producido cruzadas y fundado la Inquisición. Todo ello, sería admitir una falsedad. Declarar abiertamente que, millones de personas, han sido engañadas por unos ideales y valores manipulados, concebidos para satisfacer los intereses de sus autores, provocaría una fractura social de considerable dimensión. Algo que obligaría a millones de personas movilizarse y pensar libremente sobre la verdadera naturaleza de lo que somos ¿marionetas? Que anularía el argumento, de una vez por todas, del sentimiento de culpa constante que la religión ha introducido en nuestras vidas durante siglos, modificando gran parte de la estructura social impuesta a creyentes y no creyentes. Y todo ello únicamente con el argumento de la fe.

Si nos ceñimos, exclusivamente, al estudio histórico de la muerte y crucifixión de Jesús, nos ubicaríamos en una fecha próxima al año 30 de nuestra era. Una época, en la que surgían numerosos profetas que anunciaban la eminente venida del reino de Dios. Probablemente, sucedió en la celebración de una de las principales fiestas judías: La Pascua judía. En Jerusalén, centro de peregrinación de la misma. El desplazamiento masivo de personas provenientes de todas las franjas de Israel y de otros puntos, aumentaba la posibilidad de revueltas contra el poder establecido de Roma. Por ello, los romanos, no dudaron de enviar ingentes tropas de soldados para evitar que la situación pudiera descontrolarse. El Templo de Jerusalén representaba el centro de todo este advenimiento, por tanto era un lugar clave para tener vigilado por los romanos. En este contexto aparece Jesús, un líder profético y predicador judío, acompañado por sus discípulos. Estos, estaban convencidos de que Jesús era el Mesías, el liberador de Israel. Por ello, dispusieron de un asno para que entrara en Jerusalén, montado en el mismo, realizando un itinerario referencial desde Guijón, en el valle del Cedrón, que comunica el monte de los Olivos con Jerusalén.

Con este acto, transmitían un mensaje desafiante, se está enunciando como rey de Israel, debido a que utiliza el mismo procedimiento de Salomón, identificándose con el Rey de la profecía de Zacarías.
La sociedad judía de la época era conocedora del Antiguo Testamento, atenta a la llegada del Mesías profetizado o a la de un Rey libertador. Por ello, captaron de inmediato el mensaje de Jesús. Este acto, tampoco pasó inadvertido por los romanos, quienes vieron en Jesús a un insurgente, un perturbador.

El segundo incidente lo provoca en el Templo, en éste, Jesús acomete contra los mercaderes, ya que considera sus prácticas, una falta de reverencia hacia la santidad del recinto. Su acto, una vez más, están impregnados de doble significado, porque también ponen en evidencia a los que toleran estas actividades. Era evidente que la facción religiosa encargada de ello: El clero del Templo y los saduceos, se dieron por aludidos e injuriados.

La reacción no tardó en producirse. La policía del Templo y seguidamente la de los romanos, intervinieron con el objetivo de dispersar los disturbios que se originaron entre los comerciantes y los discípulos de Jesús.
Las continuas predicaciones de Jesús, el poder de convocatoria que el galileo demostraba continuamente, eran signos evidentes de que, para las autoridades judías, Jesús personificaba una amenaza. Debían actuar y así lo hicieron. Las autoridades, a nivel interno, resolvieron condenar a Jesús por orden público y conducirlo ante Pilato.

Pilato, ante los alborotos originados por el tal Jesús en el Templo, la postura contraria de Jesús a pagar tributos y la predicación del establecimiento de un nuevo Reino, no dudó en catalogarlo como un personaje peligroso para el Imperio. Por ello, cuando Jesús es entregado por parte de las autoridades judías, Pilato, no titubeó en arrestarlo por motivos políticos.

El sumario fue breve, acabando en una pena capital por sedición. Jesús fue crucificado, entre malhechores que bien pudieron ser discípulos suyo, como clara advertencia a presuntos rebeldes. Pilato, probablemente, ordenó colocar una tablilla en la cruz (titulus crucis), indicando el motivo «rey de los judíos«, de esta forma, reafirmaba el castigo que recibiría quien osara desafiar a la soberanía romana.

Jesús, tras horas de agonía, fallece en la cruz. Los propios romanos lo bajan de la cruz, evitando con este acto, provocar los sentimientos religiosos de los judíos. Lo envuelven en una sábana y lo entierran rápidamente en una tumba cercana.

En esta libre descripción de la que pudo ser parte de la verdadera historia de la Pasión, encontramos puntos convergentes con lo que en tiempos atrás les sucedió a distintos líderes de la historia. El poder político, religioso, económico, ante la amenaza de revuelta, rápidamente actúa contra estos para evitar perder dicho poder. Si eliminan al cabecilla, el movimiento está muerto.

Actualmente, no es necesario, han logrado que nos encontremos dispersos, sin ningún tipo de unidad puesto que las ideologías han sido seriamente comprometidas. El eslogan de que todos son iguales, ha calado fulminantemente en nuestras sociedades. Han producido una desidia en el compromiso individual, en el pensamiento político y social de los ciudadanos. Nos han convencido de que no hay más alternativas que aceptar lo que el poder imponga, y como decía al principio de este artículo, lo aceptamos sin cuestionarnos nada.

Conclusión…

Hay muchos detalles del personaje que he obviado, ya que se trataba de escribir un artículo y no una tesis. Esa labor corresponde a eruditos en el tema. Por esto, invito a todos a que lean una serie de libros que, referenciados al pie de este artículo, son los que me han inspirado el mismo y desde luego os aportará una información completa sobre el tema.

Elegí a Jesús, por ser un personaje que ha influenciado cultural y socialmente nuestra historia de una manera determinada. Monopolizado por una corriente religiosa que, gracias al personaje, se ha establecido como una institución intocable, utilizándola para realizar actos terribles muy apartados del presunto mensaje que dicen conllevar los evangelios. Que se han otorgado la potestad de reinterpretar y redefinir al personaje para justificar sus propias acciones e incluso su existencia como institución. Sin admitir ninguna otra opción de exégesis que la impuesta por ellos, ya que, según ellos, se trata de una cuestión de fe.

Considero importante y necesario, tener una postura crítica, siempre desde el respeto, hacía esas verdades establecidas sin más argumentos que el de una cuestión de fe. Si damos como válida esta regla, la misma, podría aplicarse a todo lo que nos rodea y esgrimirla en determinados momentos para justificar, a veces, lo injustificable.

En un discurso del año 1999 de Julio Anguita que visualice por youtube, éste manifestó que lo más revolucionario que había escuchado decir en una iglesia en Córdoba fue: Levántate y Piensa. Pues ya es hora de ponerlo en práctica, levantémonos, busquemos nuestros propios pensamientos, debatamos, dudemos, contagiemos a los que están a nuestro alrededor y estos a los que están al suyo, extendamos esa lucha contra esas verdades institucionalizadas, acabemos con esta resignación impuesta y no cabe duda de que todo esto cambiara.

Bibliografía:
La verdadera Historia de la Pasión.
Autores: Antonio Piñero / Eugenio Gómez Segura.
Editorial: EDAF Año: 2009.
Jesús de Nazaret (El hombre de las cien caras).
Autor: Antonio Piñero.
Editorial: EDAF Año: 2012.
Los cristianismos derrotados.
Autor: Antonio Piñero.
Editorial: EDAF Año: 2009.
La cara oculta de Jesús.
Autor: Mariano Fernández Urresti.
Editorial: EDAF Año: 2005.

Collage EH

 

NOTA:  Ecce Homo (Latín para este es el hombre o he aquí el hombre). Se trata, según el Evangelio de Juan (19.5), de las palabras pronunciadas por el gobernador romano Poncio Pilato cuando presentó a Jesús de Nazaret (flagelado, atado y con la corona de espinas) ante la muchedumbre hostil con el objeto de conocer su veredicto final sobre su persona, pues por su parte no veía claro un motivo de condena. Históricamente, esto, no está demostrado que sucediera.

 

S F R

Cerebro1Cada día, cuando te despiertas, recuerdas normalmente lo que hiciste el día anterior, quien eres, donde vives, cómo te llamas. Este hecho, debido a su cotidianidad, no nos resulta sorprendente. A esta función que nuestro cerebro desarrolla para aportarnos dichos datos se le denomina memoria.Sin embargo, dicha función es más compleja y frágil de lo que podríamos pensar. Ya que en ocasiones sucede que todo aquello que nuestro cerebro de forma natural codifica y almacena como real o vivido podría en según qué casos no serlo. Científicamente se afirma que la memoria es confiable hasta cierto punto. En una conferencia celebrada en CaixaForum, en abril de 2012 y que llevaba por título: «El enigma de la memoria humana«, Fernando Maestú, neuropsicólogo, investigador y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, decía:

 «La memoria es el sistema cognitivo más falso que tenemos. Para empezar, la información no es almacenada tal y como la vivimos, primero la pasamos por un filtro de información emocional, comparando lo que conocíamos con lo nuevo, lo que nos lleva a distorsionar el evento en el mismo momento en el que lo estamos viviendo.  Existe un 90% de probabilidades de que nuestro primer recuerdo sea falso. Es como cuando sacamos un texto de Word del disco duro y lo reescribimos; el programa nos pregunta ¿quiere usted sobrescribir?, pues eso mismo hace continuamente la memoria». (Fernando Maestú)

distorsion.Piter2013Un concepto importante que debemos de retener es que: La memoria humana es un proceso cognitivo relacionado con casi todo lo que hacemos conscientemente o no, desde recordar nuestro nombre, hasta cuestiones éticas. Todo estos factores influyen a la hora de evocar un hecho personal, familiar, etc. Imaginemos que tenemos un diario personal donde, obviamente, escribimos lo que nos sucede a diario. Pero por cualquier situación imprevista no podemos anotar durante semanas lo que nos sucedió. Al retomarlo de nuevo intentando rememorar lo acontecido semanas anteriores, nuestra memoria puede alterar esa realidad vivida, involuntariamente, sin tener más implicaciones que la personal. ¿Pero qué puede suceder en circunstancias donde se forma parte de una identificación en calidad de testigos, o en las que se ha acusado directamente a alguien de determinados actos delictivos? Aquí es donde pueden surgir las complicaciones. La validez del recuerdo puede ser cuestionada, pero no desestimada…

Durante muchos años la hipnosis se empleaba como técnica terapéutica para que los pacientes pudieran externalizar sus sentimientos reales consiguiendo a su vez que hablará con total libertad sobre sus problemas psicológicos. El éxito de esta terapia en un elevado porcentaje de casos, hizo que se planteara esta misma técnica para investigaciones policiales, donde resultaba difícil identificar la causa del delito o al autor del mismo. Ampliándose el uso de dicha técnica en testigos presenciales de un delito para que aportaran más información del mismo, interrogatorios, en casos de sospechas de abusos a menores, en casos de supuestas abducciones extraterrestres, etc.

Se llegó a crear un fármaco utilizando pentotal sódico, conocido posteriormente como el famoso «suero de la verdad«, que era inyectado, en los interrogatorios, a las personas implicadas, con la presunta finalidad de extraer la veracidad de un determinado hecho.

suero verdad

Síndrome de Falso Recuerdo o Falsa Memoria (SFR/SFM).

Este es el término utilizado para la hipótesis que describe un estado mental en el cual un individuo tiene un alto número de recuerdos muy vívidos pero falsos. Esta sería su definición. Pero hay un caso que se puede calificar como detonante de este síndrome. Es el caso de una joven de 19 años, Californiana y de nombre Holly Ramona, que debido a problemas de depresión y bulimia asistía a sesiones de psicoterapia. Su terapeuta le recomendó someterse a sesiones de hipnosis para conocer la verdadera causa de su problema. El resultado fue dramático. Pudo recuperar supuestos recuerdos reprimidos de hacía más de 10 años, descubriendo que su padre había abusado de ella cuando tenía entre cinco y ocho años de edad. Holly, demandó a su padre Gary Ramona, el proceso duró cuatro años, Gary perdió su familia y su empleo. Pero él negaba todo los hechos declarándose inocente, hasta que con la ayuda de la psicóloga Elizabeth Loftus pudo aportar evidencia que convenció al tribunal de que la psicoterapeuta Marche Isabella junto con el Dr. Richard Rose, habían sugestionado a Holly e implantado involuntariamente recuerdos falsos en su memoria. La terapeuta le dijo a Holly que un porcentaje elevado de problemas de depresión y bulimia estaban relacionados con experiencias de abuso sexual durante la infancia, antes de las sesiones de hipnosis a la que fue sometida. Ganó la apelación y se impuso una multa a la terapeuta de 475.000 $ por concepto de reparación de daños y malas prácticas profesionales.

Elizabeth Loftus
Elizabeth Loftus

La psicóloga Elizabeth Loftus, criticó la validez de estos recuerdos recobrados demostrando, en este caso, ante las autoridades y científicos que la memoria de Holly fue manipulada a través de la terapia aplicada por su terapeuta. Es decir se produjo una negligencia médica.

A raíz del precedente marcado por el caso de Gary Ramona, muchas otras personas fueron exonerados de diversos casos o desistieron de sus demandas basadas en supuestas recuperaciones de recuerdos reprimidos durante muchos años.

A causa de esta situación y la alarma social que se generó, se forma en 1992, La Fundación para el Síndrome de Falso Recuerdo (FSFR), constituida por un grupo de padres que habían sido acusados de abuso infantil, sus abogados y académicos que apoyaban la causa y que promueven la hipótesis del SFR y critican la validez de los recuerdos recobrados. Un miembro de la FSFR es la experta en memoria Elizabeth Loftus, que colaboró en la resolución del caso Gary Ramona. La FSFR coopera con las organizaciones anti-pseudociencia CSICOP y La Sociedad de Escépticos (The Skeptics Society), las cuales consideran que los recuerdos recuperados son pseudociencia típica, pero especialmente peligrosa.

Sin embargo, existen ciertos puntos oscuros relacionados con esta Fundación. Al parecer, según sus críticos, dicha Fundación no realiza las pertinentes indagaciones de los antecedentes de los que dicen ser falsamente acusados. Incluso uno de sus miembros fue obligado a dejar la Fundación por desafortunadas declaraciones a un medio de comunicación holandés, sobre la pedofilia.

Estos datos que aporto, opino que eran necesarios reflejarlos y no desvirtúan el tema central del artículo, contribuyendo a contemplar la información expuesta, con sensatez y desde distintos puntos de vista.
Ciertos temas, como el abuso a menores, no pueden ser tratados tan frívolamente por ninguna de las partes, y se deben de investigar a fondo. No se puede acusar o eximir tan libremente, se deben de activar todo los medios necesarios para esclarecer los hechos.

El síndrome no está actualmente aceptado por la comunidad científica debido a ciertas opacidades en el mismo. Pero si que han puesto de manifiesto que los métodos utilizados para recuperar recuerdos son susceptibles de distorsiones y obviamente alteran la realidad vivida. Como ya he expuesto en otros temas, todo está abierto y sujeto a variaciones acorde con la evolución de las investigaciones y estas aporten nuevos resultados del mismo.

A modo de conclusión…

Acostumbrados, como estamos, a considerar misterioso o anómalo aquello que no podemos visualizar, o lo que determinados medios sensacionalistas nos muestran, nos apartamos de la contemplación de nuestra rutina diaria ignorando que nuestra existencia es en sí un verdadero misterio. Que el estudio del cerebro, sigue deparándonos conocimientos que rebaten parte de los que ya se habían instaurados. Que el mecanismo que rige nuestra memoria es preciso pero no infalible, y lo más inquietante es que puede ser manipulada e influenciada en determinadas circunstancias.

Cualquiera de nosotros puede ser objeto de esa manipulación y sin necesidad de hipnosis, un «simple» anuncio publicitario que repite constantemente su mensaje quedará grabado en nuestra memoria sin que seamos conscientes de ello. Y un día, haremos lo que nos solicitaba: beber determinada marca de licor, comprar una marca de ropa, votar a determinada fuerza política…

Todo lo expuesto no debe, bajo ningún concepto, hacernos dudar de los métodos que los profesionales dispongan pautarnos en el caso de sufrir una patología de este género. Este artículo solo pretende dar a conocer un caso que resulta curioso y creo que a su vez instructivo por la naturaleza del mismo.

Fuentes: es.wikipedia /articles.latimes.com

 

Os dejó con este vídeo que ampliara y cerrara el tema expuesto.

http://dai.ly/xb6scd